La sobrecarga, una de las normas de tránsito más violadas en Cúcuta
Los casos en la ciudad han resultado insólitos y descabellados para las autoridades.
Violar las normas de tránsito en Cúcuta se había convertido más en una costumbre que en una infracción pasajera. Para muchos conductores el Código Nacional de Tránsito solo es un conjunto de normas en el papel que para nada asusta en la frontera, igual, pasarse un semáforo en rojo da lo mismo que ir en contravía, hablar por teléfono mientras se conduce, no llevar puesto el cinturón o llevar carga hasta el techo.
Con la llegada del actual comandante de Policía de Tránsito todas estas violaciones a la ley empezaron a cobrarse con rigor a los infractores, aunque una de esas faltas, la de llevar carga sobredimensionada, es quizás la que más se comete en la capital nortesantandereana.
Los uniformados se han encontrado con casos tan insólitos como descabellados, como transportar personas en el baúl del carro, cargar cerchas metálicas tres veces más grandes que el tamaño del auto, o movilizarse cinco personas y llevar hasta seis pimpinas de cinco galones en una motocicleta.
“Increíble pero cierto, a los conductores que hemos sorprendido violando esta norma les parece tan normal lo que hacen que cuando se les requiere por la falta solo atinan a sonreir, ni si quiera se inmutan por la multa de 500 mil pesos que se les aplica”, dijo Clavijo.
Es tal la cantidad de infractores que en el último mes se aplicaron más de 721 comparendos a conductores que llevaban carga sobredimensionada y sobrecupo, dijo el oficial.
Aquí lo grave no es tanto la multa que reciben, sino el riesgo altísimo al que se expone la vida de los infractores y de los demás conductores, debido a que es tanta la carga que llevan que el que conduce no lleva el control del carro, lo pierde por completo, señaló el oficial.
La sobrecarga no solo se transporta en taxis, autos, camionetas o camiones, también en motocicletas y hasta en bicicletas.
Y ni qué decir de las vehículos de carga pesada, que llevan, casi siempre, más de lo que la le les permite.
Fuente: La Opinión
